EL VIDEOARTE, BILL VIOLA

Exposición: Las Horas Invisibles, Bill Viola
Organiza: Centro Andaluz de Arte Contemporáneo
Lugar: Palacio Carlos V, Alhambra, GranadaFecha: 2007

EL ARTE Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS: INTRODUCCIÓN



Arte y nuevas tecnologías, nuevas tecnologías aplicadas al arte, arte producido a través de las nuevas tecnologías, son el tipo de definición que se da para estudiar una serie de obras que se aglutinan alrededor de la tecnología.
Después de la fotografía y del cine, que influyeron sustancialmente en el panorama artístico, las nuevas tecnologías vienen dando un nuevo medio en el que se desenvuelve el mundo de la creación. La aparición de la televisión y el video como medios de comunicación de masas tuvo una influencia notable en los creadores modernos. Pero sobre todo fue la aplicación de los ordenadores la que posibilito los más recientes avances en la producción artística, liberándose de los medios tradicionales.
Las manifestaciones artísticas aprovechan y utilizan los medios y procesos que proporciona la revolución tecnológica contemporánea. Las nuevas tecnologías que se incorporan en el arte son, sobre todo, la televisión, el video y el ordenador.
Hoy en día muchos artistas se están introduciendo en el medio electrónico y en el digital, obteniendo resultados y procesos creativos que son difíciles de prever.
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EL VIDEOARTE





La televisión y el video se incorporaron a la plástica para manipular y reproducir imágenes. Ya en los años cincuenta, fue posible grabar y reproducir una imagen con una nitidez aceptable. A partir de los años sesenta, el video se apoyó en el arte y viceversa.
El uso de la imagen televisiva y su consiguiente manipulación provocaron el nacimiento del videoarte. En el ámbito artístico fue acogido por artistas de muy distintos medios, pintores, escultores, músicos, etc., que vieron en él grandes posibilidades expresivas. El movimiento videoarte presenta una gran variedad de obras, en las que el único rasgo común es la utilización del vídeo para grabar o reproducir imágenes.
*Nam June Paik. Videoinstalación, Piano piece. Monitores, videocámaras, videoreproductores, taburete y piano. 1993. El coreano Nam June Paik (1932) está considerado como uno de los pioneros de este movimiento. Comenzó a trabajar en este tipo de experiencias en la década de los sesenta. Se dedica a realizar montajes en los que aparecen varios aparatos de televisión donde presenta imágenes distorsionadas*. Estas imágenes electrónicas, eminentemente abstractas, están consideradas como las primeras del videoarte. En sus obras, además, Nam June Paik utiliza los tubos de neón, los rayos láser, pantallas de proyección, etc.

Muchos artistas utilizan el vídeo como un medio de grabación para registrar acciones, otros las dan a conocer a través de las videoinstalaciones.

La videoinstalación es una obra
creativa compuesta de ciertos elementos (monitores, cámaras, pantallas, etc.), que utilizan imágenes electrónicas o digitales que surgen del video, dispuestos en un espacio con intención, casi siempre, de hacer que el espectador participe de la obra. En las videoinstalaciones, los soportes de las imágenes ocupan un espacio concreto, pueden aparecer colgados del techo, contra la pared, dentro de un objeto, etc. Las imágenes que aparecen en los monitores o en otro soporte pueden ser imágenes grabadas, tomadas directamente en el
lugar de la exposición para captar y difundir las imágenes del propio espectador, o imágenes electrónicas abstractas de muy diverso tipo.
El movimiento videoarte presenta una gran diversidad de obras en las que se abandona la narratividad para potenciar el mundo de las sensaciones, generalmente visuales y acústicas, en las que se intenta sumergir al espectador. En estas manifestaciones el espectador es el protagonista, ya que su participación, a veces, es imprescindible.
Hoy en día se muestran trabajos de videoartistas en los museos más importantes. Algunos videoartistas destacados son Bill Viola, Gary Hill, Fabricio Plessi, Pipilotti Rist, Nan Hoover y el español Antoni Muntadas.
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BILL VIOLA






Bill Viola nace en 1951 en Nueva York. La vocación artística le surge ya en su infancia. Realiza sus estudios de arte en la Universidad de Siracusa, centro pionero en la utilización de nuevos medios de expresión En aquel momento, el arte de épocas pasadas no despertaba en él interés alguno. A principios de los años 70, el videoarte buscaba su lugar como forma artística autónoma y Viola fue testigo y partícipe de este proceso, influenciado por Bruce Nauman, Meter Campus, Vito Acconci, Nam June Paik, Frank Gillete, Ira Zinder y Juan Downey.
A finales de los 70 y principios de los años 80, sus ideas y su capacidad técnica experimentan un impulso, debido en parte al desarrollo de los medios audiovisuales y a su propia evolución en el plano personal. Su perspectiva vital da un giro; como él mismo explica; “Para mí, el paso de las ideas sobre perfección social a la idea de auto perfección constituyó un momento muy decisivo. Adopté esta idea, integrándola con la performance y el body-art y a partir de entonces he trabajado con ella.
Este cambio fue motivado por su descubrimiento de la religiosidad oriental (budismo, pensamiento zen, sufismo,…) y de los místicos cristianos (San Juan de la Cruz), en lo que parece una búsqueda de una espiritualidad transversal. Su inquietud espiritual le llevó a viajar por todo el mundo, realizando numerosas grabaciones, como Chott El-Djerid (A Portrait in Light and Heat), en el desierto de Túnez o Hatsu Yume, en Japón. En uno de sus múltiples viajes, conoció a la fotógrafa Kira Perov, que se convertiría en su mujer, apoyo fundamental en su carrera.

Son las videoinstalaciones la parte más conocida de la obra de Viola. En ellas, aparecen de manera recurrente representaciones oníricas y temas como los ciclos vitales, el nacimiento o la muerte. En su proceso de maduración, surge en él un interés creciente por el arte de periodos anteriores, y, específicamente, por el arte tardomedieval y renacentista. La muerte de su madre, que fue para el artista una experiencia extremadamente dolorosa, acentuó aún más su inclinación por lo espiritual, particularmente por su expresión en la pintura de dichas épocas.
Entre sus exposiciones, destacan Hatsu Yume, en Japón, y Bill Viola. Las Horas Invisibles organizada por el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en la Alambra de Granada (España). En 2005, la Fundación La Caixa expuso en Madrid y otras ciudades españolas las piezas más destacadas de su proyecto dedicado a Las Pasiones.
Bill Viola es uno de los artistas contemporáneos de video más conocidos y apreciados. Su trabajo se distingue por su innovación tecnológica y por su profundo arraigo con el arte del pasado. Inspirándose a menudo en la iconografía y la filosofía de la tradición europea y oriental, Bill Viola crea trabajos de gran intensidad.
Una de las exposiciones realizadas por Bill Viola en España, concretamente la que aconteció en el Palacio Carlos V en Granada, es la que vamos a analizar a continuación. En ella tuvimos la suerte de presenciar las “horas invisibles”. Allí se exponían al público cinco obras de este artista (“Ablutions”, “Ascenssion”, “Emergente”, “The darker side of Down”); cada una de las cuales estaban cargadas de una expresividad pasmosa. En primer lugar, Ablutions, constaba de dos pantallas de plasma (de unos 100x70cm) colocadas en paralelo verticalmente, ambas pantallas HD (hight-definition), ofreciendo una gran variedad tonal y textual, dejando al espectador que llegaba a la instancia, impactado desde el primer momento.
En esta primera obra, ya podíamos observar la calidad y la minuciosidad del trabajo de Viola. Este vídeo, al igual que el restaurante de la exposición, está grabado con una cámara de alta resolución, lo que permite captar más imágenes por segundo y con una mayor calidad, con lo que podemos reproducir dichas imágenes a una velocidad muy reducida sin perder ápice de resolución.
En la obra se veían dos “chorros” de agua que caían lentamente, una en cada pantalla, seleccionándolas por mitad y con una imagen que impactaba por la calidad de texturas, brillos y tonalidades que se apreciaban en cada gota de agua que veíamos discurrir lentamente por toda la pantalla, casi siendo capaz de seguirla con la mirada, perdiéndose y mezclándose con el resto.
Mientras al fondo advertías un juego de luces blancas que lentamente cambiaban y terminaban desdibujando un cuerpo humano (en una pantalla era femenino, y en el otro masculino ); que acercaba las manos al “chorro”, siendo el momento cumbre de la obra, (puesto que el artista incide en una velocidad narrativa muy reducida ); un estallido de agua acontecía, agua que saltaba por el lienzo en movimiento que Viola creó, mientras que ambos personajes se lavaban las manos, las giraban y se apreciaban pequeñas olas que rompían y salpicaban agua a cierta distancia. Finalmente, cuando acababan de lavarse, retrocedían, hasta volver a la posición en que no se les veía, y se apreciaba un juego de luces blancas (la imagen se trata de un bucle temporal que converge en un punto mientras que ambos personajes se lavan), en primer lugar avanza y en ese punto rebobina, creando una simetría perfecta entre ambas imágenes. En las siguientes obras The darker side of down, Emergente, Ascenssion se observaban las mismas características que en Ablutions , en cuanto al ritmo y características visuales. Siendo en estas una constante el agua como elemento expresivo (salvo en The darker side of down y Observance).
En todas ellas el autor busca crear la sensación en el espectador. Ya desde la primera instancia uno quedaba tan impactado que apenas tenía tiempo de advertir el texto que estaba en la pared. Tras finalizar este, comenzaba, en una instancia posterior, The darker side of down, en la que como si de un lienzo que va evolucionando poco a poco, observábamos un amanecer desde la parte inferior de una colina y divisando un gran árbol central, en principio se proyecta una imagen totalmente blanca que evoluciona lentamente el día entero.
En la siguiente, EMERGENCE , que deriva de un fresco de Masolino, dos mujeres recogen el cuerpo de un hombre fallecido tras una inundación. Un trabajo que mientras muestra las consecuencias dramáticas del ahogo, puede ser leído como símbolo de nacimiento y resurrección.
En Ascenssion, encontramos con un aditamento, el sonido, que refleja el sonido de una explosión subacuatica, mientras que se observa la imagen de un hombre que se cae al agua en total oscuridad.
Por último, Observance, un vídeo de composición vertical (inspirado en los cuatro apóstoles, de Dürer, Munich), una serie constante de personas reaccionan ante un hecho que tiene lugar fuera de la escena. Sus intensas emociones son filmadas paulatinamente, todos miran hacia el suelo a los pies del banco que hay dentro de la sala desde donde observamos el video. Sus intensas emociones son filmadas de manera muy lenta. Estas intensas emociones fueron filmadas para sugerir un ritual de duelo que absorbe e hipnotiza.